Análisis: Bioshock Infinite

Bioshock Inifinte es un shooter razonablemente accesible, decimos esto porque a pesar de pertenecer a un género bastante complejo para la accesibilidad el juego cuenta con ciertas características que lo diferencian positivamente de otros juegos del mismo género.

Se encuentra disponible para PC, XBOX 360 y PS3. Nosotros hemos probado la versión de PC.



A nivel visual tiene un aprobado. Como otros juegos de su género el movimiento de los enemigos en pantalla es rápido y a veces nos atacan desde muy lejos, siendo más difícil apreciarlos en la distancia, pero no es un juego demasiado saturado de elementos en pantalla como pueden otros juegos de guerra, por ejemplo. Bioshock Inifinite no tiene un apartado artístico totalmente realista y esto es una ventaja porque la imagen final no resulta demasiado cargada.

Además, al contrario que sus predecesores (Bioshock 1 y 2) en los que la acción transcurría en un mundo submarino bastante oscuro, Bioshock Inifinite está ambientando en un mundo flotante, por encima de las nubes, muy luminoso y colorido.

En las opciones del juego hay una característica que viene por defecto activada que hace que los objetos importantes en escena como la comida, munición o recarga de magia aparezcan destacados con un brillo.

Aunque sí existen algunas situaciones en las que la visión se encuentra perjudicada por algunos elementos, como la niebla; aunque son situaciones puntuales.

Esta imagen es un claro ejemplo de esa pequeña contradicción en accesibilidad visual: abajo a la derecha se puede ver claramente un bote azul de regeneración de magia brillando, pero el enemigo que tenemos delante a penas se puede ver por culpa de la niebla.

En cuanto al daltonismo en este caso no hay ningún problema destacable, afortunadamente no se repiten problemas como los que tuvo Bioshock 2 en este sentido.

En las opciones visuales se pueden cambiar bastantes cosas, al menos en la versión de PC. Una de ellas es la eliminación de los rayos de luz, algo que puede ser de gran ayuda para algunos porque a veces el efecto está muy exagerado en el juego.

Una escena del juego con los rayos de luz:

La misma escena pero con los rayos de luz desactivados:

Los subtítulos son sin embargo otra pega. Son demasiado pequeños y no están situados encima de un cuadro que les de el suficiente contraste para poder leerlos bajo cualquier circunstancia, con lo que a veces no son fácilmente legibles.

A nivel auditivo tampoco llega a ser perfecto, porque aunque existen subtítulos para los diálogos hay ciertas cosas que no los tienen, como las grabaciones de audio que vamos encontrando por el juego y podemos reproducir cuando queramos; aunque no es necesario escucharlas para poder jugar.

Sí cuenta con distintos ajuste de volúmenes para voz, música y efectos de sonido.

En movilidad, en la versión de PC, han hecho un buen trabajo. Aunque requiere un buen control de movimiento del personaje, vista y disparo la mismo tiempo el juego cuenta con una ayuda al apuntado que funciona muy bien. Además podemos jugar con teclado, ratón o gamepad e incluso mezclar al mismo tiempo el uso de gamepad con teclado o ratón.

La configuración de botones para el gamepad no es totalmente personalizable, sólo podemos elegir entre unos perfiles predefinidos, pero en el uso del teclado y ratón sí que podemos reconfigurar los botones como queramos.

También cuenta con configuración de la sensibilidad del mando y aceleración del ratón.

No es necesario dejar pulsado ningún botón para entrar en el modo de apuntar o para correr, basta con una pulsación.

A nivel cognitivo estamos bastante contentos, el juego tiene una buena trama y ambientación, pero realmente no influye demasiado a la hora de saber lo que tienes que hacer, basta con avanzar y eliminar enemigos. Si no sabemos hacia donde tenemos que avanzar podemos pulsar un botón en cualquier momento que hace que aparezca una flecha en el escenario indicándonos el camino a seguir.

No existe ningún tipo de puzles ni acertijos complejos en el juego y la curva de aprendizaje para manejar el juego es muy suave, aunque tienes que hacer una pequeña gestión de en qué inviertes las mejoras de armas, magias o estado de salud que vas encontrando en el juego o que puedes comprar con dinero que encuentras.

Existen tres modos dificultad y en cualquier momento del juego podemos cambiar de uno de ellos a otro, sin tener que volver a empezar una partida nueva. Si nos matan no sucede nada grave ni tenemos que repetir una parte del juego, aparecemos en el mismo sitio donde estábamos, sin que se hayan regenerado enemigos, con tan sólo una penalización en el dinero que tenemos en el juego y alguna cosa más poco significativa.

En general, a pesar de ser un juego no accesible para mucha gente, resulta un juego que destaca notablemente por encima de sus compañeros de género. Todo esto, sumado a que el juego en sí es un buen juego, lo hace ser un título muy recomendable.


Movilidad: 6
Visual: 5
Auditiva: 7
Cognitiva: 6

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Total: 6